Vlad Tepes
Vlad III Țepeș | ||
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Príncipe de Valaquia | ||
El retrato de Vlad III en la Cámara de Arte y Curiosidades del Palacio de Ambras (pintura al óleo, c. 1560), copia de un original hecho en vida del príncipe. | ||
Información personal | ||
Nombre secular | Vlad Drăculea | |
Otros títulos | Voivoda de Valaquia | |
Reinado | 1448; 1456–1462; 1476. | |
Nacimiento | noviembre o diciembre de 1431 Sighișoara, Transilvania | |
Fallecimiento | diciembre de 1476 (45 años) Bucarest, Principado de Valaquia | |
Entierro | Monasterio de Snagov, Rumanía | |
Religión | Iglesia ortodoxa, posteriormente se convirtió al Catolicismo | |
Residencia | Castillo Poenari | |
Predecesor | Vladislav II de Valaquia Basarab Laiotă cel Bătrân | |
Sucesor | Vladislav II de Valaquia Radu el Hermoso Basarab Laiotă cel Bătrân | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Drăculești | |
Padre | Vlad II Dracul | |
Madre | Vasilisa Cneajna Muşat, princesa de Moldavia | |
Cónyuge | Cnaejna Báthory, princesa de Transilvania Jusztina, condesa Szilágyi[1][2] | |
Heredero | Vlad IV Ţepeluş y Minhea III | |
Firma | ||
Escudo de Vlad III Țepeș | ||
Vlad lll, nacido como Vlad Drăculea (Sighișoara, noviembre de 1431-Bucarest, diciembre de 1476), más conocido como Vlad el Empalador (en rumano: Vlad Țepeș), fue príncipe de Valaquia, hoy el sur de Rumania, entre 1456 y 1462. Fue un gran luchador en contra del expansionismo otomano que amenazaba a su país y al resto de Europa, y también era famoso por su manera de castigar a los enemigos y traidores. Vlad era ortodoxo, aunque con posterioridad se convirtió al catolicismo.
Fue rehén de los invasores otomanos hasta los diecisiete años de edad, cuando logró tomar el trono de Valaquia, del cual fue depuesto poco tiempo después. Sin embargo, en 1456, tras la Batalla de Belgrado, Vlad ascendió de nuevo al trono, tras matar a su contrincante Vladislav II, y ya no lo abandonó hasta 1462. Después vivió en el exilio hasta 1474, momento en que se lanzó de nuevo a la batalla para recuperar el cargo, lo que conseguiría en 1476. Sin embargo, en diciembre de este año caería luchando contra los turcos, rodeado de su leal Guardia Moldava.
El escritor irlandés Bram Stoker se inspiró en él para crear su personaje del vampiro Conde Drácula, que daría origen a gran cantidad de películas. En la actualidad Vlad Țepeș es considerado un héroe nacional en Rumanía.
Índice
1 Nombre
2 Descripción
3 Biografía
3.1 Principado (1456-1462)
3.1.1 Venganza contra los nobles boyardos
3.1.2 Los bosques de empalados
3.1.3 Conflictos externos
3.2 Último ascenso al poder de Valaquia
3.3 Descendencia
3.4 Héroe nacional
3.5 Hipótesis sobre su tumba
3.6 Supuesta tumba en Nápoles
4 Vlad Ţepeş en la cultura popular
4.1 En el cine
4.2 En la televisión
4.3 En la literatura
4.3.1 En el Anime
4.3.2 Música
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Nombre
Durante su vida, Vlad firmaba sus documentos en latín como Wladislaus Dragwlya, vaivoda partium Transalpinarum (1475).[3]
Su patronímico rumano Dragwlya (o Dragkwlya,[3] Dragulea, Dragolea, Drăculea,[4][5]) es un diminutivo del epíteto Dracul, heredado de su padre Vlad Dracul, quien en 1431 fue admitido en la Orden del Dragón, creada en 1408 por Segismundo de Luxemburgo, rey de Hungría y posteriormente emperador germánico. Dracul, que en Rumano significa «el Dragón», es una forma definida rumana, siendo -ul el sufijo de artículo definido (del latín ille) y la palabra drac, el sustantivo "dragón" (del latín draco). Hoy en día, la palabra drac ha adquirido en rumano moderno la connotación de «demonio» (la palabra para «dragón» ahora es balaur o dragon), lo que ha llevado a malinterpretar el apodo de Vlad como «demoníaco».
En cuanto a su apodo, Țepeș, el Empalador, proviene a su afición por el empalamiento como método de ejecución, aunque sólo le fue asignado póstumamente, en torno al año 1550. Antes de esto sólo había sido conocido como Kazıklı Bey (Señor Empalador) por los turcos otomanos que encontraron sus "bosques" de empalados.[6]
Descripción
Sobre su aspecto físico, un delegado papal en la corte húngara lo describió así:
No era muy alto, pero sí corpulento y musculoso. Su apariencia era fría e inspiraba cierto espanto. Tenía la nariz aguileña, fosas nasales dilatadas, un rostro rojizo y delgado y unas pestañas muy largas que daban sombra a unos grandes ojos grises y bien abiertos; las cejas negras y tupidas le daban aspecto amenazador. Llevaba bigote, y sus pómulos sobresalientes hacían que su rostro pareciera aún más enérgico. Una cerviz de toro le ceñía la cabeza, de la que colgaba sobre unas anchas espaldas una ensortijada melena negra.
Nikolaus Modrussa
En cuanto a su personalidad, se le considera un gobernante de carácter volcánico e impredecible, el más duro de todos los de Europa Oriental en el siglo XV. Para algunos fue un heroico defensor de los intereses e independencia de su país, al que defendió tanto de húngaros como de turcos, y un justiciero. Así, se dice que odiaba, más que cualquier cosa, los robos, las mentiras y el adulterio, y que no perdonaba a nadie por su rango, sino que, más aún, cuanto más alto era el rango del traidor, más duro era el castigo.[cita requerida]
Vlad hizo y deshizo alianzas tanto con turcos como con húngaros, siempre velando por los intereses de su tierra; Valaquia. Durante todo su reinado se caracterizó como un auténtico patriota y siempre defendió los intereses de su pueblo ya que tanto húngaros como turcos miraban a sus territorios como región a conquistar. Casi siempre contó con un ejército reducido y muchas veces utilizó las tácticas de la guerrilla (utilizaba la táctica de tierra quemada, infectaba los pozos de agua, mandaba enfermos de tuberculosis a los campamentos turcos) para luchar contra sus enemigos.[cita requerida]
Biografía
Nació en la ciudad burgo-rumana de Sighișoara (Transilvania), entre noviembre o diciembre de 1431, aunque se desconoce la fecha exacta. Fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad II Dracul, quien por sus heroicas hazañas contra los turcos otomanos había recibido del rey de Hungría, junto a otros nobles valacos, tierras en la región de Transilvania (entonces parte del Reino de Hungría).
Vlad era príncipe de Valaquia (antiguo principado danubiano, que formó con Moldavia el reino de Rumania en 1881). Hoy en día, constituye dos regiones geográficas bien definidas: la Muntenia, situada al este del río Olt, y la Oltenia, al oeste, e históricamente siempre fueron dos regiones rumanas distintas.
Su traumática infancia fue muy determinante a la hora de formar su futuro como príncipe. A los 13 años, en 1444, fue entregado a los turcos como rehén junto con su hermano Radu (en rumano Radu cel Frumos) por su padre, como muestra de sumisión al Sultán y como garantía. Fue criado por el mismo Murat II (padre de Mehmed II, el cual lo tuvo como a un hermano) en ciudades como Adrianópolis, Egniojsor, Ened y Ninfamén, con el propósito de evitar una nueva traición por parte del padre de Vlad.
Cuando volvió del exilio supo que en 1447 su padre, Vlad Dracul, había muerto apaleado y a su hermano Mircea le habían quemado los ojos con un hierro candente antes de enterrarlo aún con vida. Ambos hechos fueron ordenados por el conde Juan Hunyadi (en rumano Ioan de Hunedoara y antiguo aliado de Vlad II, ) y apoyados por los boyardos (la aristocracia local), a los cuales Vlad tuvo desde entonces odio eterno.
Los turcos lo apoyaron hasta convertirlo en voivoda de Valaquia (ya había antes llegado a ser voivoda de Transilvania, en septiembre de 1448, pero los húngaros lo expulsaron unos meses después por orden de Juan Hunyadi).
Durante ocho años Vlad estuvo viajando por los lugares limítrofes de Valaquia buscando apoyo. Se sabe que en este tiempo contactó a su primo Esteban el Grande de Moldavia, quien lo ayudaría en el futuro contra los turcos cuando éste se convirtió en voivoda de su país. Además aprendió varias tácticas político-militares.
Estuvo en la corte de Juan Hunyadi, el cual, impresionado por su conocimiento de los turcos y su odio al sultán turco Mehmed II, lo perdonó y lo tomó como consejero. Finalmente se convertiría en el candidato húngaro al trono de Valaquia.
Principado (1456-1462)
Cuando Vlad supo que los turcos habían sido rechazados por los húngaros se lanzó a la toma del poder, a la sazón ostentado por Vladislav II, quien era apoyado por los húngaros y la población de origen alemán, además de ser un protegido de los turcos. Junto con un contingente militar transilvano, que lideró acompañado por un noble de la Casa de Báthory, derrotó al voivoda e hizo que lo ejecutaran en la plaza pública de Târgușor (cerca de Târgoviște, la antigua capital de Valaquia, justo donde había muerto su hermano). Una vez convertido en príncipe, en 1456, los reinos cristianos lo reconocieron como tal.
La primera parte del reino de Vlad estuvo dominada por la idea de eliminar amenazas a su poder, especialmente de grupos de nobles, como los boyardos. Esto se consiguió por eliminación física, pero también reduciendo el rol económico de la nobleza: las posiciones más importantes en el Concilio de Príncipes, que iban normalmente a los más poderosos boyardos, fueron dadas a individuos desconocidos, algunos de origen extranjero, pero leales a Vlad.
Para posiciones menos importantes Vlad también ignoró a los boyardos. Una de las bases del poder de la nobleza de Valaquia eran sus conexiones con las ciudades autónomas de Transilvania pobladas por gente de origen sajón. Vlad actuó contra ellas eliminando sus privilegios en relación con Valaquia y organizando ataques contra ellos.
Fue despiadado y en las ciudades donde no lo aceptaban se realizaban ejecuciones por empalamiento de hombres, mujeres y niños (aunque esto último es relatado de manera parcial en las crónicas alemanas[7]), como en los casos de las ciudades transilvanas de Kronstadt (Brașov) y Hermannstadt (Sibiu), ambas habitadas por colonos alemanes que no querían comerciar con él o que no querían pagarle tributo. En 1459 hizo que 30 000 colonos alemanes (sajones) y oficiales fueran empalados.[8][9][10]
Con ello iniciaría su carrera de brutales masacres, entre las que se le atribuyen el exterminio de entre 40 000 y 100 000 personas entre 1456 y 1462, hechos detallados en documentos y grabados de la época, que pusieron de manifiesto su gusto por la sangre y el empalamiento, por lo que se le comenzó a llamar Țepeș que en rumano significa “empalador”).
Venganza contra los nobles boyardos
Una de sus acciones de empalamiento masivo fue su venganza contra los boyardos, asesinos de su padre y de su hermano Mircea, que Vlad llevó a cabo durante la Pascua de 1459, invitándolos a una gran cena y pidiéndoles que se pusieran sus mejores galas. Relata la Crónica de los Cantacuzino que cuando terminaron de cenar, Vlad mandó empalar a los más viejos, mientras que a los jóvenes los obligó a ir desde Târgoviște hasta un castillo en ruinas que había sobre un monte cercano al río Argeș. Los boyardos fueron a pie y muchos perecieron en el camino, pero los que llegaron aún con vida fueron obligados a reconstruir el castillo de Drácula y, así, sus preciosas ropas de gala quedaron convertidas en harapos, mientras iban muriendo de agotamiento a lo largo de los meses.[11]
A Vlad le gustaba organizar empalamientos multitudinarios con formas geométricas. La más común era una serie de anillos concéntricos de empalados alrededor de las ciudades a las que iban a atacar. La altitud de la estaca indicaba el rango que la víctima había tenido en vida. Con frecuencia, Vlad los dejaba pudriéndose durante meses. Un ejército turco que pretendía invadir Valaquia se volvió atrás, aterrado, cuando encontró a varios miles de empalados descomponiéndose en lo alto de sus estacas, a ambas orillas del Danubio.
Los bosques de empalados
Luchó y descargó toda su brutalidad tanto contra cristianos como contra musulmanes. Defendiendo lo que le convenía en cada momento, luchaba contra aquel que le hiciera pagar tributos.[cita requerida]
Tanto musulmanes como cristianos lo tenían por maldito, quedándose él en una posición media, obligando a musulmanes de su país a luchar contra los musulmanes turcos y a los católicos a matar ortodoxos.
El día de San Bartolomé de 1459, Vlad hizo empalar a la mayoría de los sajones de Brașov, una ciudad transilvana que se había rebelado contra él, ya que habían apoyado al pretendiente Dan II junto con desleales húngaros y rumanos, y a continuación organizó un festín en el centro de este nuevo bosque de empalados aún aullantes, frente a la tarima donde un verdugo descuartizaba lentamente a los cabecillas de la sublevación y sus familias. La peculiar celebración duró hasta muy entrada la noche, cuando, para iluminarse, Vlad y su ejército prendieron fuego a la ciudad ante los ojos de sus 30 000 agonizantes ciudadanos. Incluso a los que no mandó empalar los amontonó e hizo que sus soldados los mataran a sangre fría con espadas, picas y cuchillos. Poco después atacó las ciudades de la región Țara Bârsei, en donde también hubo varios empalamientos.
Al año siguiente arrasó la fortaleza de Făgăraș y la ciudad de Amlaș en castigo por su rebelión, resultando la gran mayoría de sus habitantes empalados, quemados o muertos en combate. Estas poblaciones tardaron varias generaciones en recuperarse, quedando algunas desiertas durante largo tiempo[12]. Vlad, al firmar la paz con Transilvania, exigió que este principado no acogiera a ningún enemigo y que le pagara un tributo de 15 000 florines.
Conflictos externos
Una vez que hubo resuelto los conflictos internos, Vlad se alió con los húngaros, especialmente con el rey de Hungría Matías Corvino (hijo de Iancu de Hunedoara). En 1459 dejó de pagar tributos a los turcos, y en 1460 se alió con Corvino y lanzó una serie de campañas contra ellos. Aunque las campañas resultaron exitosas al principio, no le proporcionaron victorias duraderas, debido tanto al escaso apoyo del mencionado rey húngaro como a los limitados recursos de Valaquia.
En 1461, Draculea libró una de sus más famosas batallas. El Sultán turco Mehmed II, conquistador de Constantinopla, le tendió una trampa. Envió a su encuentro al colaboracionista griego Catavolinos, en calidad de embajador, para citarlo en Giurgiu, puerto danubiano cerca de Bucarest, con el fin de "solucionar un pequeño problema fronterizo". En el lugar de la cita esperaba un destacamento al mando del general Hamza Beg. Vlad Tepes fingió caer en la trampa y se presentó con parte de los tributos pendientes e incluso algunos presentes para el sultán pero, a su vez, llevó consigo a un nutrido ejército de caballería que derrotó a los turcos con relativa facilidad. Después de esta batalla, Catavolinos y Hamza Beg fueron conducidos junto al resto de los prisioneros hasta Târgovişte, donde murieron empalados, aunque otras fuentes aseguran que Hamza Beg fue abandonado con vida en la frontera tras serle cortados los pies y las manos.
Este mismo año, Mehmed II, un hombre al que no se le conocía precisamente por su repugnancia ante la efusión de sangre, retrocedió cuando pretendía invadir Târgovişte y volvió a Constantinopla enfermo de violentos vómitos ante la visión del Bosque de los Empalados. Este peculiar "bosque" era un valle donde se habían talado todos los árboles para obtener estacas. Estacas suficientes para empalar a más de 23.000 prisioneros turcos, húngaros, rumanos, búlgaros y colonos alemanes y sus familias empalados allí mismo, repartidos por todo el valle, en lo alto de los palos.[13]
Animado por estos éxitos, Vlad III cruzó el Danubio y penetró en territorio otomano, donde derrotó a las tropas turcas. El 11 de enero de 1462 Draculea envió una misiva a Matías Corvino, informándole del recuento de las cabezas de 24.000 enemigos, a los que había que sumar los muertos en los incendios de sus casas, cuyos cadáveres no fueron recuperados. Además de la carta también envió al rey húngaro dos grandes sacos con orejas, narices y cabezas de sus víctimas. Fue tal el terror desatado entre los turcos por estas incursiones que buena parte de la población musulmana de Constantinopla abandonó la ciudad por miedo a que fuera conquistada por Vlad con el apoyo de los numerosos habitantes que aún echaban de menos el esplendor bizantino.
Enfurecido por el avance de los valacos, Mehmet II atacó ese año con un ejército de 150 000 hombres (según una carta que él mismo escribió a un gran visir) y una flota que ascendió por el Danubio. Estas tropas incluían a 4000 soldados de caballería comandados por Radu el Hermoso, hermano de Vlad III. No hay acuerdo respecto a la cantidad de hombres de los que dispuso Draculea, pero diversas fuentes barajan cifras entre los 22 000 y los 30 900. Lo que sí es seguro es que Vlad III no pudo evitar que los turcos ocuparan la capital, Târgoviște (4 de junio de 1462), por lo que se sirvió de estrategias como la guerra de guerrillas y la tierra quemada para enfrentarse a los turcos durante la primavera y el verano de 1462, además de diversos ataques. El más importante tuvo lugar entre el 16 y 17 de junio, cuando Vlad y algunos de sus hombres disfrazados con ropas turcas se introdujeron en el campamento turco e intentaron asesinar a Mehmed. Además, para desmoralizar a los invasores, ordenó evacuar todas las ciudades de Valaquia y sacar de ellas cualquier objeto de valor. Estos se retiraron tras fracasar en el asedio a la fortaleza de Chilia (al sur de Moldavia), con sus tropas diezmadas por la peste, y dejaron a Radu el Hermoso para que continuara la lucha.
Esta sería la última gran batalla de Draculea. Pese a las victorias, a Vlad se le oponía la nobleza, que apoyó a su hermano Radu. Mehmet II, una vez en Constantinopla logró, usando una serie de intrigas que incluyeron la falsificación de documentos, que Matías Corvino encarcelase a Vlad III en agosto de 1462.
El ejército turco, dirigido por su medio-hermano Radu, rodeó la fortaleza de Poenari, donde se había refugiado el príncipe valaco. Un arquero lanzó una flecha a través de la ventana, avisando de que el ejército turco se acercaba. McNally y Florescu explican que el arquero era un antiguo sirviente de Vlad, que lanzó el aviso por lealtad, pese a haberse convertido al Islam para escapar de la esclavitud por los Turcos. Su mujer, la princesa Cnaejna, al leer el mensaje se arrojó a un afluente del río Argeş para evitar ser apresada. De acuerdo con la leyenda, dijo que "prefería que su cuerpo se pudriera y ser comida por los peces del Argeș antes que ser apresada por los turcos". Hoy, el afluente es llamado Râul Doamnei (el río de la dama). El mismo Vlad fue recluido en la torre real cerca de Buda, tomando posesión del trono su hermano Radu, quien actuó como un títere de los turcos.
Último ascenso al poder de Valaquia
No se sabe por qué, Draculea fue liberado en torno a 1474, pero no hay duda de que participó en la batalla de Vaslui (en la región de Iaşi, Moldavia), junto al príncipe Esteban Bathory de Transilvania. Juntos invadieron Valaquia con un ejército formado por transilvanos, boyardos valacos y un pequeño número de moldavos enviados por el primo de Vlad Draculea, el príncipe Esteban el Grande de Moldavia. Tras esta batalla Draculea recuperó el trono, pero Esteban Bathory volvió a Transilvania, dejándolo en una posición muy débil frente a sus enemigos.
Su última acción fue tres días después, cuando Vlad se lanzó a atacar a los turcos. Estos habían preparado otro gran ejército para conquistar Valaquia y poner en el poder a Basarab Laiota. Los turcos estaban apoyados por los nobles boyardos, quienes les dejaron vía libre para penetrar en Valaquia. Y fue Basarab quien se lanzó contra Vlad Dracula en una emboscada en la que murieron él y la mayoría de su guardia personal de moldavos, de los que sólo quedaron diez soldados.
Vlad murió durante una batalla contra la invasión de los Turcos en diciembre de 1476. Las circunstancias de su muerte no son del todo claras, ya que existen por lo menos tres versiones relacionadas a dicho evento. Existe una versión que asegura que fue muerto durante la batalla por infieles Boyardos; otra versión señala que fue muerto por sus guardaespaldas; finalmente, la versión más difundida es la que señala que durante la batalla, antes de ser capturado por los Turcos, logró escapar de sus enemigos, se colocó el ropaje de un soldado turco caído y huyó en dirección a sus hombres, quienes al verlo lo confundieron con el enemigo, matándolo al instante sus propios soldados, decapitándolo y dejando su cuerpo yaciendo en el campo, el único detalle del que se tiene certeza es que los turcos desollaron la cabeza cercenando su cara y su cabellera del cráneo y llevadas como trofeo a Constantinopla, donde el sultán ordenó que se colocara en una estaca para no dejar lugar a dudas con relación a la muerte de Vlad.[14][15]
Se desconoce el lugar de su sepulcro, si bien se lo ha situado en el monasterio de Snagov desde el siglo XIX.
Descendencia
En el momento de su muerte, Vlad Ţepeş tenía unos cuarenta y siete años. La tradición nos ha transmitido el recuerdo de tres herederos del voivoda :
Mihnea I cel Rău , primer hijo de Vlad III, voivoda de Valaquia ( 1508 - 1510 ).
Mircea, el primer heredero legítimo, desapareció de las crónicas alrededor de 1483; cambió el nombre para evitar las acusaciones y así la familia Stanciu vivió cerca del poder político hasta la revolución de 1989 cuando decidieron volverse contra el dictador Ceauşescu.
Vlad, el segundo heredero legítimo de Vlad III, disputó el trono Vassal en Radu cel Mare, pero fue expulsado del trono por la voluntad de los húngaros. Otras fuentes también mencionan la supuesta existencia de otros hijos ilegítimos entre los que Mihail, Radu, y una hija llamada Zaleska, que sería la verdadera primera mujer en escapar antes de la invasión de los turcos, su nuevo nombre era María Balsa quien después se casó con un noble napolitano llamado Mateo Ferrillo.
Héroe nacional
Desde el siglo XIX ha sido considerado por poetas y pintores rumanos como un gobernante cuya tiranía se justificaba por la crueldad de los tiempos y de la lucha contra los turcos y los nobles boyardos. Ion Budai-Deleanu escribió un poema épico basado en su figura: Țiganiada (publicado póstumamente en 1875, casi un siglo después de su composición). En el mismo Vlad aparece como un héroe que combate a los boyardos, los otomanos y los strigoi (vampiros) al frente de un ejército de ángeles y gitanos. A mediados del siglo XIX, el poeta Dimitrie Bolintineanu glorificó los triunfos de Drácula en su obra "Combates de los Rumanos", las acciones salvajes de Vlad Tepes eran consideradas como necesarias para prevenir el despotismo de la nobleza local. El gran poeta rumano, Mihai Eminescu, en su balada "La Tercera Carta" se refiere a los valerosos príncipes valacos entre los que incluye a Vlad III.
En 1976, el gobierno de Nicolae Ceauşescu lo declaró Héroe de la nación al cumplirse el V Centenario de su muerte[16] y el Partido Comunista Rumano reafirmó a Tepes como un héroe y un hombre de Estado cuya crueldad estaba justificada por fines políticos.[16] No obstante, según algunos investigadores como el Dr. Duncan Light, la importancia de Vlad Tepes para la Rumanía Comunista ha sido en ocasiones exagerada en Occidente:
"Vlad era una figura que sólo podía realizar un servicio limitado para el Partido Comunista Rumano.[...] El corto y en última instancia fracasado reinado de Vlad fue insuficiente para elevarlo a la cima del panteón de héroes nacionales. Los verdaderos héroes de la Rumania comunista fueron: Lucian Boia, Mircea el Viejo, Miguel el Valiente, Esteban el Grande, Tudor Vladimirescu, Alexandru Ioan Cuza, Nicolae Bălcescu y también un significante número de reyes dacios. Vlad Ţepeş parece haber sido considerado como una figura histórica digna de mención por sus intentos para defender la independencia de Valaquia pero cuyos otros logros fueron limitados.[...] Vlad Ţepeş no era (como se asegura a veces) una figura exaltada e idealizada de primer orden en el panteón nacional, sino más bien un héroe de "segundo rango": alguien estimado, pero cuya utilidad para el régimen era limitada".
Duncan Light. The Status of Vlad Ţepeş in Communist Romania: A Reassessment
Hipótesis sobre su tumba
Según la tradición popular rumana (que no fue registrada hasta finales del siglo XIX), fue enterrado en el monasterio de Snagov.[17] Las excavaciones llevadas a cabo en el mismo por Dinu V. Rosetti en 1933 demostraron que no existía ninguna tumba en el lugar. Rosetti escribió: "Debajo de la lápida atribuída a Vlad no había ninguna tumba. Sólo unos cuantos huesos y una mandíbula de caballo". El historiador Constantin Rezachevici sostiene que el príncipe de Valaquia fue sepultado probablemente en la iglesia del monasterio de Comana que él había hecho edificar.[18][19]
Supuesta tumba en Nápoles
Archivo:Chiesa di Santa Maria la Nove (Napoli) - Chiostro piccolo 29.JPG
En 2014 la prensa se hizo eco del supuesto descubrimiento de su tumba en Nápoles.
Según declaró un grupo de estudiosos italianos, apoyados por Erika Stella,[20] estudiante del doctorado de la Universidad de Tallin, la tumba denominada de Matteo Ferrillo en la iglesia de Santa María la Nueva de Nápoles podría contener los restos mortales de Vlad III. Esta hipótesis se basa solamente en la decoración de la sección central de la misma; en especial en la figura de un dragón y algunos símbolos de origen egipcio como dos esfinges contrapuestas, consideradas como emblema de la ciudad de Tebas, la cual aludiría al sobrenombre Tepes. Estos estudiosos, en consecuencia, suponen que el príncipe no murió en batalla, sino que fue hecho prisionero por los turcos y rescatado luego por su hija, María Balsa, esposa de Mateo Ferrilo, en cuya tumba lo hizo sepultar.[21] Sin embargo, no existen datos sobre una hija de Vlad Tepes y este apelativo no se relaciona con la ciudad de Tebas, sino con la palabra turca que significa empalador. Por otra parte, el dragón era el emblema heráldico de la familia Ferrillo.[22]
Vlad Ţepeş en la cultura popular
En el cine
Vlad Ţepeş, Rumanía. 1979.
Drácula, de Bram Stoker, 1992.
Dark Prince: The true story of Dracula, 2001.
Van Helsing, 2004.
Drácula: la leyenda jamás contada, 2014.
En la televisión
Da Vinci's Demons, 2013-2015.
En la literatura
Drácula de Bram Stoker, 1897.
Hija de las tinieblas de Kiersten White, versión de ficción histórica dónde Vlad Drácula es una mujer, Lada Drácula, 2016.
En el Anime
- Hellsing
- Fate/Apocrypha
- Castlevania
- Owari no Seraph
Música
- Vlad the Impaler- Kasabian
Predecesor: Vlad II Dracul | Príncipe de Valaquia 1448 | Sucesor: Vlad II Dracul |
Predecesor: Vlad II Dracul | Príncipe de Valaquia 1456-1462 | Sucesor: Rudu III |
Predecesor: Basarab III | Príncipe de Valaquia 1476 | Sucesor: Basarab III |
Véase también
- Drácula
- Empalamiento
Referencias
↑ http://genealogy.euweb.cz/balkan/basarab.html#V2
↑ Vlad The Impaler: Brief History
↑ ab Anuarul Institutului de Istorie Cluj-Napoca, no. 35, Institutul de Istorie din Cluj, Editura Academiei, 1996, pp. 29–34.
↑ Transylvanian Review 5. Romanian Cultural Foundation. 1996. p. 107.
↑ Nicolae Stoicescu (1976). Vlad Țepeș (en rumano). Editura Academiei Republicii Socialiste România. p. 154.
↑ Axinte, Dracula: Between myth and reality
↑ Nicolae Stoicescu: "Vlad Țepeș' relations with Transylvania and Hungary", a su vez contenido en Kurt W. Treptow: "Dracula: Essays on the Life and Times of Vlad Țepeș. East European Monographs", ed. Columbia University Press, 1991; pp. 81–101.
↑ History of Central Europe
↑ Vlad the Impaler
↑ DRACULA: between myth and reality
↑ Anton Balotă: "An analysis of the Dracula tales", a su vez contenido en Kurt W. Treptow: "Dracula: Essays on the Life and Times of Vlad Țepeș. East European Monographs", ed. Columbia University Press, 1991; pp. 153–184
↑ McNally, Raymond T. Radu Florescu (1994). In Search of Dracula: The History of Dracula and Vampires. Harcourt: Houghton Mifflin. p. 27. ISBN 9780395657836.
↑ The Real Prince Dracula
↑ Märtin, Ralf-Peter (2009). Drácula: Vlad Tepes, el Empalador, y sus antepasados. Barcelona: Tusquets Editores. ISBN 9788483835517.
↑ Cazacu, Matei (2006). Vlad III Drácula. Buenos Aires: El Ateneo. ISBN 9789500259415.
↑ ab The Status of Vlad Ţepeş in Communist Romania: A Reassessment
↑ Monasterio de Snagov y la tumba de Vlad Tepes
↑ Rezachevici, Constantin (1991). "Vlad Țepeș - Chronology and historical bibliography". In Treptow, Kurt W. Dracula: Essays on the Life and Times of Vlad Țepeș. East European Monographs, Distributed by Columbia University Press. pp. 253–294. ISBN 0-88033-220-4.
↑ The Tomb of Vlad Tepes The most probable hypothesis Constantin Rezachevici (PDF). Journal of Dracula Studies. 4.
↑ «[1]» Una investigadora afirma haber encontrado la tumba de Drácula en Italia.
↑ Paolo Barbuto en Il Mattino. «Dracula è sepolto a Napoli. Sappiamo dov'è la sua tomba»
↑ Rossella Lorenzi Dracula's Tomb Found in Italy? Er...Not Really Seeker . June 17, 2014.
Bibliografía
Los «Drácula». Vlad Tepes, el Empalador, y sus antepasados. Ralf-Peter Märtin. Tusquets Editores, Barcelona 1993. ISBN 84-7223-666-8
Tras los pasos de Drácula. Fernando Martínez Laínez. Punto de Lectura, Madrid 2002. ISBN 84-663-0884-9
La verdadera historia de Drácula. Julio Farrac. Ediciones 22
Un sueño de Drácula. Leonard Wolf. Paneuropea de Ediciones y Publicaciones, Barcelona 1975. ISBN 84-85114-14-0
Dracula, el hijo del Dragón - Théresa Shelanu . Perfil Editores 2008 La Paz Bolivia
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